Hoy no hay scrap....solo trato de aclarar mis ideas desordenadas...

Cuando era adolescente era adicta al teléfono, las llamadas mas largas eran con Hilda, pero también tenia la necesidad de contar todo lo que me ocurria a todo mi circulo de amigos, que no era pequeño por cierto, y para mi mamá que es sumamente reservada, resultaba muy caro y molesto. Recuerdo que me decía: ".....ya vas a decirle a todos....mejor publícalo!!!
Venir a ver 20 años después: efectivamente, publico muchas cosas de las que hago, y ahora hasta mis ideas locas:
Desde que soy "maestra" en el hospital empezé a sentir una gran incomodidad y confusión. Me gusta la docencia, y antes de esto, pensaba que estaba en mis genes, pues mi abuela paterna era maestra y mis tias mas cercanas lo son. Me gusta exponer y dar clases y leer y comentar y estar al tanto de las cosas nuevas de mi especialidad. Sin embargo, no siento merecer ese título y esto me genera frustración.
No es lo mismo hacer las cosas por gusto, para mi, que por obligación y a demanda de los demás.
Siempre he sentido afecto por la mayoria de mis residentes, pero la verdad es que ahora me molesta que requieran de mi atención. Aun mas, siempre he disfrutado de mi trabajo en el hospital y ahora no quiero ni ir.
Por otra parte, la situación economica no es para andar despreciando trabajos, aunque el sueldo no sea mucho. Acepté el puesto con la idea de crecer profesionalmente pero tambié por un incremento en mi cheque, que si bien aun sigue siendo poquito, ya no me da tanta pena cambiarlo en el banco, y claro que en éste momento de crisis financiera generalizada no está de mas.
Sin embargo, no puedo acallar esa voz interior latosa que me insiste a diario en que deje ese cargo y me dedique solo a mi turno nocturno de ginecóloga ( turno que debo cubrir aunque vaya por las mañanas a ver a los residentes ). Y que me ha llevado a dos renuncias fallidas, la primera por insistencia de mis residentes y la segunda porque cambié de opinión después de presentarle la renuncia al director.
Y es que no me gusta vivir mis mañanas "amarrada". Ya se que es cuestión de acostumbrarse, que la niña va a crecer y no siempre demandará mi atención, que igual y ni siquiera se me exige la presencia diaria, que mi solo trabajo de una noche vale el sueldo completito del mes de los dos puestos, que necesito el dinero y los comprobantes de que lo gano, que ese minisueldo incrementa mis aportaciones al seguro social, que estudiar para otros me hace crecer, que debo permaner activa todo lo posible para no oxidarme y que hay mil motivos para continuar y para dejarlo.
Cuando como hoy, planeo ir allá y por fin deshacerme de éste conflicto, amanezco con mi enorme volcán en la barbilla, y aunque duerma toda la noche, siento la mandíbula cansada de tanto apretar los dientes (dice mi dentista que es tensión) y estos días además me duelen mucho el brazo, el hombro y la mano del lado izquierdo, como si hubiera hecho con el un esfuerzo fisico muy grande y no desaparece con analgésico...Cuando lo empezé a sentir me asusté y llegué a pensar en un infarto, pero la duración y características del dolor me hicieron deshechar la idea. Solo es otro sintoma de el estres que me provoca mi conflicto interno.
Curiosamente, cuando me dedico al scrap o a cualquier manualidad no me molesta tanto.
Me llama la atención que cuando descubrí el scrap, tenia mis mañanas "libres" solo para Laurita y mi esposo. Y aunque me enamoré del hobby inmediatamente, no le dedicaba tanto tiempo como ahora, en que a diario hago algo, aunque sea poquito, pero en ese poquito se me va el tiempo sin sentirlo.Hasta he llegado a pensar que me debí dedicar al diseño grafico, no porque yo sea buena, si no por lo mucho que disfruto.
El problema es que siento que no voy al hospital por ponerme a hacer manualidades en la casa, y ya se que si las vendiera a lo mejor me redituaría mas, pero no las hago por vender y si lo hiciera muy probablemente me molestaria trabajar a demanda, igual que ahora.(si es que tuviera demanda, je,je,je)
Quisiera que en mi ciudad alguien diera uno de esos talleres de introspección que le ayudan a uno a poner en orden los pensamientos, porque con todo esto vuelvo a pensar que simplemente no debo renunciar ahora, debo esperarme, "a ver que pasa" o sea, no se que hacer...no quiero tener esa responsabilidad, pero ya se que si renuncio me voy a sentir molesta por no haberle hecho frente al reto, pero no quiero hacerle frente, quiero solo tener tiempo de ser señora de mi casa, que precisamente porque mi niña va a crecer no puedo desperdiciar el tiempo ahora lejos de ella, primero Dios ya encontraré en que ocuparme cuando ella prefiera a sus amigas.
La verdad es que nunca me habia sentido asi, y tengo miedo, (no se si es la menopausia, ni siquiera se si ya empezé la menopausia, tal vez si, aunque gasto igual en toallas sanitarias); y no se por que tengo miedo, no es la primera vez que renuncio a algo y doy la espalda, y gracias a Dios, siempre he encontrado algo mejor, mas gratificante y enriquecedor ( por eso quiero renunciar, por experiencias previas )...
La vida solo tiene sentido de la mano de Dios. Junto a el no hay temor, no hay tensión. El nunca nos permite enfrentar solos cosas que nos superan.
Asi que...aunque no se que voy a hacer cuando llegue ahí, creo que voy al hospital en mi tercer intento de renuncia, dicen que a la tercera va la vencida...