Quiero publicar, quiero tener muchas fotitos de mis trabajitos, que me he vuelto productiva de repente....solo que esto mismo no me deja tiempo y además....
sigo con mis residentes.
¡Que cosas! me estoy encariñando con ellos, a ratos todos en el servicio me sacan de mis casillas...(Solo mi maestro Villarello no, a el lo amo profundamente y su ejemplo es el que me dice que debo calmarme y tener paciencia y seguirle)pero ¡como me gusta estar ahí!...
El exámen de hoy fué un "Muy buen desastre"!!! y desastre porque el Dr.....X, preparó bien su tema, pero no el cañón, ni su paciente,(no se internó, pero afortunadamente había otra señora que desaba salpingoclasia) para variar el quirófano estaba saturado y nos retrasamos mas. Fué buena la exposición, pero finalmente eso de hacer esperar a los maestros y me refiero a los demás doctores no a mi, me dió mucha pena y me sentí responsable. Así que dejando de lado toda expectativa para ver la iniciativa y dominio de la situación de cada residente, me incliné a decirles claramente que espero que preparen todo ésto con anticipación, incluida la llamada telefónica de cortesía a cada uno de sus sinodales, "recordándonos" que tema presentará y que tipo de cirugía va a realizar. Y yo no me indigno porque no me llamen, pero es un "ritual" o "protocolo" que no quiero que mis residentes pierdan en aras de la modernidad o con el pretexto de tener una "maestra jóven" (Bueno, yo me siento aún médica jóven).
Y es que además del respeto por nuestras pacientes, es tan importante el respeto a quienes nos preceden y además, sin obligación alguna están ahí para enseñarnos, cada uno a su estilo y a su modo. A veces no nos gusta, pero la intención y el tiempo en ésta profesión, deben agradecerse infinitamente, porque actualmente la competencia y la rivalidad entre nosotros mismos nos impide conservar ese arte, esas características tan distintivas que tenían nuestros maestros de antaño: la docencia, el respeto y la consideración entre nosotros mismos....
Hipócrates de Cos (460-377 a.C.)
"Por Apolo médico y Esculapio, juro: por Higias, Panacace y todos los dioses y diosas a quienes pongo por testigos de la observancia de este voto, que me obligo a cumplir lo que ofrezco con todas mis fuerzas y voluntad.
Tributaré a mi maestro de Medicina igual respeto que a los autores de mis días, partiendo con ellos mi fortuna y socorriéndoles en caso necesario; trataré a sus hijos como mis hermanos, y si quisieran aprender la ciencia, se las enseñaré desinteresadamente y sin otro género de recompensa. Instruiré con preceptos, lecciones habladas y demás métodos de enseñanza a mis hijos, a los de mis maestros y a los discípulos que me sigan bajo el convenio y juramento que determinan la la ley médica y a nadie más.
Fijaré el régimen de los enfermos del modo que le sea más conveniente, según mis facultades y mi conocimiento, evitando todo mal e injusticia.
No me avendré a pretensiones que afecten a la administración de venenos, ni persuadiré a persona alguna con sugestiones de esa especie; me abstendré igualmente de suministrar a mujeres embarazadas pesarios o abortivos.
Mi vida la pasaré y ejerceré mi profesión con inocencia y pureza.
No practicaré la talla, dejando esa operación y otras a los especialistas que se dedican a practicarla ordinariamente.
Cuando entre en una casa no llevaré otro propósito que el bien y la salud de los enfermos, cuidando mucho de no cometer intencionalmente faltas injuriosas o acciones corruptoras y evitando principalmente la seducción de las mujeres jóvenes, libres o esclavas. Guardaré reseva acerca de lo que oiga o vea en la sociedad y no será preciso que se divulgue, sea o no del dominio de mi profesión, considerando el ser discreto como un deber en semejantes casos.
Si observo con fidelidad mi juramento, séame concedido gozar felizmente mi vida y mi profesión, honrado siempre entre los hombres; si lo quebranto y soy perjuro, caiga sobre mí, la suerte adversa".
Hipócrates de Cos
¿Saben que?
¡Amo mi profesión......!
Hoy son muy formales saludos regios!!!!